Almas gemelas
- 𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐞𝐥𝐥𝐚
- 30 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 abr 2020
Cuenta la mitología griega que las almas gemelas eran en principio un ser entero que Zeus dividió en dos para condenarlos a buscar y encontrar a su otra mitad.

Ellos eran almas gemelas destinadas a encontrarse que quizá eran amantes eternos en donde reencontrarse en cada vida era su karma o su destino.
Su primer encuentro fue en las calles de un pueblo de Italia, él tenía 4 y ella 6. Tal vez su amor empezó en ese momento, pero qué pueden saber dos niños sobre el amor: quizá nada o quizá todo. Sin embargo, fue un encuentro fugaz y el universo sólo los cruzó aquel otoño.
Evolucionaron por separado, cada quien viviendo sus aventuras, y por la ley de atracción o por el destino, finalmente se reencontraron cuando él tenía 17 y ella 19, pero está vez en otro continente. Fue tan ilógico, pero real; como decir que él tocó su puerta y al verla volvió a sentir que era aquel niño de cuatro años, aunque con más intensidad.
Recorrieron una plaza porteña para su primera salida, pero qué importaba el lugar si se conocían de otras vidas.
Son tan opuestos entre sí, como el fuego y el aire, pero juntos vibran en la misma sintonía, juntos son uno. Son los opuestos complementarios que en sus diferencias encuentran el equilibrio. Son la demostración de la unión y el desapego, de la tranquilidad y la confianza, de que a los obstáculos se sobreviven si son el apoyo uno de otro. Eran almas gemelas destinadas a encontrarse que acercaron dos idiomas y borraron los miles de kilómetros sin importar cuánto tiempo pasó desde que se conocieron por primera vez o qué tan lejos hayan estado el uno del otro, si al final están en el momento correcto con la persona correcta.
コメント